¡Gracias!
Alfredo y Lucía, gracias por la audacia confiada al aceptar la misión de liderar acompañando este tramo del camino de Manos abiertas, en este particular y desafiante amar y servir
Aquí estamos todos, para trabajar juntos, para caminar celebrando y alegrándonos de la vida que viene. Para ser testigos y portadores de una esperanza creadora. ¡Gracias!