Celebremos con alegría, esta Fiesta, que nos invita a caminar con sencillez junto a la Familia de Nazareth, contemplando en ellos una familia que supo de incertidumbres, miedos, alegrías, luchas, huidas, confianza y que es para todo creyente, y en especial para las familias, una auténtica escuela del Evangelio.
“Es en la familia unida que los hijos alcanzan la madurez de su existencia, viviendo la experiencia significativa y eficaz del amor gratuito, de la ternura, del respeto recíproco, de la comprensión mutua, del perdón y de la alegría». –Papa Francisco-